Plexus by Henry Miller

Plexus by Henry Miller

autor:Henry Miller [Miller, Henry]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Realista
editor: ePubLibre
publicado: 1965-01-01T05:00:00+00:00


Capítulo VIII

Había sido Maxie Schnadig quien me había presentado, unos años antes, a Karen Lundgren. No puedo imaginar qué era lo que había juntado a aquellos dos. No tenían nada en común, lo que se dice nada.

Karen Lundgren era un sueco que se había educado en Oxford, donde había causado cierta sensación a causa de sus proezas atléticas y su rara erudición. Era un gigante de pelo rubio y rizado, que hablaba suavemente y con excesiva educación. Poseía los instintos combinados de la hormiga, la abeja y el castor. Era concienzudo, sistemático, tenaz como un dogo, y lo que quiera que emprendiese lo llevaba a cabo hasta el límite. Jugaba con la misma energía con la que trabajaba. Sin embargo, el trabajo era su pasión. Era capaz de trabajar de pie, sentado o tumbado en la cama. Y, como todas las personas muy trabajadoras, en el fondo era un vago rematado. Siempre que se ponía a hacer algo, primero tenía que idear formas y medios de hacerlo con el menor esfuerzo. No hace falta decir que esos atajos requerían mucho tiempo y esfuerzo. Pero le hacía sentir bien eso de partirse el cuello ideando atajos. Además, su lema era la eficacia. No era sino un artefacto ambulante y hablante para ahorrar esfuerzo.

Por simple que fuera un proyecto, Karen podía volverlo complicado. Yo había conocido con creces su excentricidad, al trabajar de aprendiz suyo en una oficina de investigación antropológica unos años antes. Me había iniciado en las absurdas complejidades de un sistema decimal para archivar que hacía parecer un juego de niños nuestro sistema Dewey. Con el sistema de Karen podíamos clasificar todo lo habido y por haber, desde un par de calcetines de lana blancos hasta las hemorroides.

Como digo, hacía algunos años que no veía a Karen. Siempre lo había considerado un excéntrico y no sentía respeto ni por su jactanciosa inteligencia ni por sus proezas atléticas. Aburrido y laborioso, ésas eran sus características principales. Desde luego, de vez en cuando se reía a carcajadas. Podríamos decir que se reía con demasiadas ganas, y siempre cuando no debía y por la razón por la que no debía. Cultivaba esa capacidad para reírse, del mismo modo que en tiempos había cultivado sus músculos. Tenía la manía de ser todas las cosas para todos los hombres. Tenía la manía, pero le faltaba el gusto.

Ofrezco este esbozo aproximativo de él porque da la casualidad de que vuelvo a estar trabajando con él, trabajando para él. Mona también. Estamos viviendo juntos en la playa en Far Rockaway, en una cabaña que ha levantado él mismo. Para ser exactos, la casa no está del todo acabada. A eso se debe nuestra presencia en ella. Trabajamos sin remuneración y nos contentamos con alojarnos con Karen y su esposa. Todavía queda mucho por hacer. Demasiado. El trabajo empieza en el momento en que abro los ojos y dura hasta que caigo rendido de cansancio.

Retrocedamos un poco… Encontrarnos con Karen en la calle fue providencial. Estábamos literalmente sin un céntimo, cuando apareció.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.